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16 feb 2024

La UEMC acoge una jornada con los últimos avances en el uso de la robótica en niños con patología neuromuscular 

La reciente Premio Nacional de Discapacidad Reina Letizia y Doctora Honoris Causa por la UEMC, Elena García Armada, expone cómo la robótica está cambiando el paradigma de la rehabilitación de enfermedades neuromusculares y parálisis cerebrales en personas menores de edad
La Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid acogió el pasado viernes 16 de febrero una jornada técnica sobre rehabilitación en la que se mostraron los últimos avances en el uso de la robótica en la realización de terapia orientada a tareas como caminar, relacionadas con el estímulo de la neuroplasticidad.

Expertos en el desarrollo y uso de estas tecnologías, más concretamente del exoesqueleto pediátrico ATLAS 2030 de Marsi Bionics, presentaron sus virtudes, su uso en terapia y sus beneficios fisiológicos, funcionales, psicológicos y emocionales, a lo largo de tres sesiones que permitieron descubrir cómo mejora la calidad de vida de los niños con patología neuromuscular.

El rector de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, David García López, junto al director general de Calidad e Infraestructuras Sanitarias, Álvaro Muñoz Galindo, fueron los encargados de inaugurar una jornada que comenzó con una conferencia magistral de la Doctora Honoris Causa por la UEMC Elena García Armada, Doctora Ingeniera Industrial. Investigadora Científica en el CAR del CSIC, fundadora y CEO de Marsi Bionics y Premio Nacional de Discapacidad Reina Letizia 2023.

Con el título “Tecnología que transforma vidas”, la recientemente galardonada con el Premio Nacional de Discapacidad Reina Letizia 2023 en la categoría de investigación e innovación, expuso cómo la robótica está cambiando el paradigma de la rehabilitación de enfermedades neuromusculares y parálisis cerebrales en las personas menores de edad. Gracias a la tecnología aplicada a la neurorrehabilitación hoy ya hay nuevos horizontes y nuevas esperanzas que antes eran inimaginables.

A continuación, un equipo multidisciplinar del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, compartió con los asistentes los primeros pasos en el uso del exoesqueleto pediátrico ATLAS 2030 de Marsi Bionics, el primero del mundo dirigido a mejorar la calidad de vida de los niños con patología neuromuscular, en el servicio hospitalario.

La doctora María Martín Hernández, la fisioterapeuta Inés Muñoz Paredes y la terapeuta ocupacional Alba Losada Riesco expusieron un proyecto que se estima que en Castilla y León podrían beneficiar a un número aproximado de 345 pacientes en edad pediátrica, fundamentalmente niños con parálisis cerebral, atrofia muscular espinal o daño cerebral adquirido. 

Por último, la fisioterapeuta Pilar Castro Muniente, de la Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual (ATADES), presentó los resultados del primer estudio sobre el exoesqueleto pediátrico en niños y niñas con parálisis cerebral y nuevas líneas de investigación.

Se trata del primer estudio en el ámbito internacional de estas características, que demuestra que los niños y niñas con parálisis cerebral han mejorado su calidad de vida gracias a las sesiones recibidas durante los tres meses que ha durado el tratamiento con el Exoesqueleto pediátrico ATLAS 2030 en ATADES.

Los resultados muestran la significativa mejora en la calidad de vida de niños y niñas con parálisis cerebral tras recibir sesiones durante tres meses de intervención. Las personas menores de edad mejoran la función motora en un 33% frente al 7% en niños y niñas que, durante el mismo periodo de tiempo, han recibido tratamiento convencional de fisioterapia. Esto supone una mejora motórica de un 26% más en aquellos niños que reciben sesiones con el exoesqueleto. 

Además, se han analizado variables emocionales, que muestran que quienes recibieron sesiones con el Exoesqueleto aumentaron en un 4% más su calidad de vida respecto a su inicio, mientras el otro grupo de niños aumentó solo en 1%. Y en cuanto a las variables funcionales, la funcionalidad general se incrementó de promedio un 18% en el grupo de niños y niñas que recibió sesiones con el exoesqueleto. En el caso del grupo de control aumentó un 5% su funcionalidad, siendo este aumento estadísticamente no significativo.